Zodiaco Negro (Charles Wright)

Zodiaco Negro de Charles Wright, Editorial Pre-textos, Valencia, España, 2002.

 

Apologia pro Vita Sua

I

How soon we come to road’s end—
Failure, our two-dimensional side-kick, flat dream-light,
Won’t jump-start or burn us in,
Dogwood insidious in its constellations of part-charred cross points,
Spring’s via Dolorosa flashed out in a dread profusion,
Nowhere to go but up, nowhere to turn, dead world-weight,
They’ve gone and done it again, dogwood,
Spring’s sap-crippled, arthritic, winter-weathered, myth limb,
Whose roots are my mother’s hair.
Landscape’s a lever of transcendence jack-wedge it here,
Or here, and step back,
Heave, and a light, a little light, will nimbus your going forth:
The dew bead, terminal bead, opens out,
onto a great radiance,
Sun’s square on magnolia leaf
Offers us entrance who among us will step forward,

Apología Pro Vita Sua

I

Cuán pronto llegamos al fin del camino:
El fracaso, nuestro compañero de doble dimensión, luz plana de ensueño,
No habrá de encendernos, no habrá de consumirnos,
Insidioso el fresno en sus constelaciones de puntas chamuscadas
Es Vía Dolorosa de la primavera desvanecida en grave profusión,
Ningún sitio adonde ir sino arriba, ningún sitio donde mirar, inercia del mundo muerto,
Regresan para hacerlo otra vez, fresno silvestre,
Ramo de la primavera sin su savia, mítico, artrítico, marchito de invierno
Cuyas raíces son los cabellos de mi madre.
El paisaje es palanca de trascendencia:
sostenlo aquí, O aquí, y da un paso atrás,
Elévalo, y una luz, una breve luz alumbrará tu camino.
La cuenta de rocío, la última cuenta se abre a un gran resplandor,
El sol fijo sobre la hoja de la magnolia
Nos ofrece una entrada quién entre nosotros dará el paso,

Camellia brown boutonnieres

Under his feet, plum branches under his feet, white sky, whitenoon,
Church bells like monk’s mouths tonguing the hymn?
Journal and landscape
—Discredited form, discredited subject matter—
I tried to resuscitate both, breath and blood,
making them whole again
Through language, strict attention—
Verona mi fe’, disfecemi Verona, the song goes.
I’ve hummed it, I’ve bridged the break
To no avail.
April. The year begins beyond words,
Beyond myself and the image of myself, beyond
Moon’s ice and summer’s thunder. All that.

The meat of the sacrament is invisible meat and a ghostly substance.
I’ll say.
Like any visible thing,
I’m always attracted downward, and soon to be killed andassimilated.
Vessel of life, it’s said, vessel of life, brought to naught,
Then gathered back to what’s visible.
That’s it, fragrance of spring like lust in the blossom-starred orchard,
The shapeless shape of darkness starting to seep through andemerge,

Capullos café camelia

Bajo sus pies, ramas del fresno bajo sus pies, cielo blanco, blancomediodía,
¿Acaso campanas en lenguas monacales entonando el himno?

Periódico y paisaje
Formas desacreditadas, temas desacreditados
Intenté resucitar ambos, aliento y sangre,
integrándolos de nuevo
Por medio del lenguaje, rigurosa atención:
Verona mi fe’, disfecemi Verona, reza la estrofa.
La he tarareado, restañando la herida
Hasta más no poder.
Abril. El año comienza más allá de las palabras,
Más allá de mí mismo y de la imagen de mí mismo, más allá
Del hielo de la luna y el trueno del verano. Todo eso.

La carne del sacramento es invisible carne y fantasmalsustancia,
Pienso yo.
Como cualquier cosa visible,
Siempre atraído hacia abajo, dispuesto a morir y serasimilado.
Vasija de la vida, se dice, vasija de la vida hacia la nada,
Luego reintegrada a lo visible.
Es eso, fragancia de primavera como lujuria en el huerto de estrellas
florecidas,
El cuerpo sin cuerpo de la oscuridad comienza a trasminarse yemerge,
The seen world starting to tilt,
Where I sit the still, unwavering pointunder that world’s waves.

How like the past the clouds are,
Building and disappearing along the horizon,
Inflecting the mountains, laying their shadows under our feet
For us to cross over on.
Out of their insides fire falls, ice falls,
What we remember that still remembers us, earth and air fall.
Neither, however, can resurrect or redeem us,
Moving, as both must, ever away toward opposite corners.
Neither has been where we’re going, bereft of an attitude.

Amethyst, crystal transparency,
Maya and Pharaoh ring,
Malocchio, set against witchcraft,
Lightening and hailstorm, birthstone, savior from drunkenness.
Purple, color of insight, clear sight,
Color of memory violet, that’s for remembering,
Star-crystals scattered across the penumbra, hard stars.
Who can distinguish darkness from the dark, light from light,
Subject matter from story line,
the part from the whole
When whole is part of the part and part is all of it?
El mundo visto comienza a inclinarse,
Ahí donde permanezco, punto fijo e inquebrantable bajo las olas del mundo.

Cómo semeja el pasado a las nubes,
Haciéndose y deshaciéndose en el horizonte,
Modulando montañas,
recostando sus sombras bajo nuestros pies
Para que las podamos atravesar.
Desde dentro de sí mismas, el fuego cae, el hielo cae,
Lo recordado que aún nos recuerda, tierra y aire caen.
Ninguno, sin embargo, nos puede resucitar o redimir,
Alejándose, cual deben ambos, hacia esquinas contrarias.
Ninguno ha estado en el sitio al que vamos,faltos de talante.

Amatista, transparencia de cristal,
Maya y anillo de Faraón,
Malocchio, contra la brujería,
Relámpagos y granizo, la piedra de tu signo, salvación desde la embriaguez.
El morado es el color de la introspección, videncia,
Color de la memoria, el violeta es para recordar,
Desparramadas en la penumbra estrellas de cristal, estrellas temibles.
¿Quién en lo oscuro distingue la oscuridad, la luz en la luz,
El tema de la trama, la parte del todo
Cuando todo es parte de la parte y la parte es el todo?

Lonesomeness. Morandi, Cézanne, it’s all about lonesomeness.
And Rothko. Especially Rothko.
Separation from what heals us beyond painting, beyond art.
Words and paint, black notes, white notes.
Music and landscape; music, landscape and sentences.
Gestures for which there is no balm, no intercession.
Two tone fields, horizon a line between abysses,
Generally white, always speechless.
Rothko could choose either one to disappear into. And did.

Perch’io non spero di tornar giammai, ballatetta, in Toscana,
Not as we were the first time,not as we’ll ever be again.
Such snowflakes of memory, they fall nowhere but there.
Absorbed in remembering, we cannot remember—
Exile’s anthem, O stiff heart,
Thingless we came into the world and thingless we leave.
Every important act is wordless to slip from the right way,
To fail, still accomplishes something.
Even a good thing remembered, however, is not as good as not
remembering at all.

Perch’io non spero di tornar giammai, ballatetta, in Time is the source of all good, time the engenderer

Melancolía. Morandi, Cézanne, todo proviene de la melancolía.
Y Rothko. Especialmente Rothko.
La escisión de lo que nos alivia más allá de la pintura, más allá del arte.
La palabra y la pintura, notas negras, notas blancas.
Música y paisaje; música, paisaje y frases.
Gestos para los cuales bálsamo no hay, ni intercesión.
En dos tonos los campos, el horizonte es línea entre abismos,
Generalmente blanco, callado siempre.
Rothko pudo escoger alguno para desvanecerse en él. Y lo hizo.

Perch’io non spero di tornar giammai, ballatetta, in Toscana,
No como estuvimos la primera vez, ni lo estaremos más.
Tales copos de nieve en la memoria, caen en ninguna parte sino ahí.
Absortos en recordar, no recordamos:
Antífona para el exilio, oh corazón entumecido,
Sin nada llegamos al mundo y sin nada nos vamos.
Muda es toda acción importante: desviarse del rumbo,
Aun fracasar, tiene algún sentido.
Incluso el recuerdo de algo bueno no es tan saludable, no obstante, como no acordarse del todo.

El tiempo es la fuente de todo bien, tiempo engendrador
Of entropy and decay,
Time the destroyer, our only-begetter and advocate.
For instance, my fingernail,so pink, so amplified,
In the half-dark, for instance,
These force-fed dogwood blossoms, green-leafed, defused,limp on their long branches.
St. Stone, say a little prayer for me,grackles and jay in the black gum,
Drowse of the peony head,
Dandelion globes luminous in the last light, more work to be done . . .
De la entropía y el deterioro,
Tiempo el destructor que intercede y salva.
Por ejemplo, mi uña,tan rosada, amplificada
En la penumbra, por ejemplo,
Alimentados a la fuerza estos capullos silvestres, hojiverdes, difusos, agotados en sus largas ramas.
San Roque, di una oración por mí,mirlos y el azulejo sobre el gomífero oscuro,
Se mece la peonía,
Luminosas esferas del diente de león en la última luz, trabajo aún por realizar…

II

Something will get you, the doctor said,don’t worry about that.
Melancholia’s got me,
Pains in the abdomen, pains down the left leg and crotch.
Slurry of coal dust behind the eyes,
Massive weight in the musculature, dark blood, dark blood.
I’m sick and tired of my own complaints,
This quick flick like a compass foot throught the testicle,
Deep drag and hurt through the groin—
Melancholia, black dog,everyone’s had enough.

Dew-dangled, fresh-cut lawn grass will always smell like a golf
course
Fairway to me, Saturday morning, Chuck Ross and I
Already fudging our scores down, happy as mockingbirds in deep weeds,
The South Fork of the Holston River
Slick as a nickel before its confluence behind our backs
At Rotherwood with the North Fork’s distant, blurred thunder,
Our round in the seventies always including mulligans,
Nudged lies, “found” lost balls, some extraordinary shots

II

Algo te va a dar, dijo el doctor,no te preocupes.
Me atrapó la melancolía,
Punzadas en el abdomen, un dolor que cala en la pierna izquierda y la ingle.
Brea de carbón detrás de los ojos,
Peso masivo en la musculatura, sangre oscura, oscura sangre.
Harto de hablar de mis males,
Algo brusco y agudo como punta de compás en el testículo,
Llega a lo profundo y duele hasta la médula:
Melancolía, perro negro,basta.

Mezclado de rocío el pasto recién cortado olerá siempre a campode golf
Pista para mí, sábado por la mañana, Chuck Ross y yo
Descontándonos desde el principio el puntaje, felices como ruiseñores sobre la hierba profunda,
El South Fork del Río Holston
Resbaloso como moneda antes de confluir a nuestra espalda
En Rotherwood con la distante borrosa tormenta del North Fork,
Nuestra ronda de los setentas siempre incluyendo mulligans,
Mentiras piadosas, pelotas “halladas”, algunos tiros extraordinarios
And that never-again-to-be-repeated teen-age false sense of attainment.

One summer, aged 16, I watched—each night, it seemed—my roommate,
A college guy, gather his blanket up, and flashlight,
And leave for his rendezvous with the camp cook he never came back before dawn.
Some 40 years later I saw him again for the first time
Since then, in a grocery store, in the checkout line,
A cleric from Lexington, shrunken and small. Bearded even.
And all these years I’d thought of him, if at all, as huge
And encompassing,
Not rabbit-eyed, not fumbling a half-filled brown sack,
dry-lipped, apologetic.

In 1990 we dragged Paris back on the gut again after 25 years—
The Boulevard Montparnasse,
La Coupole, the Select, you know, the Dôme, the Closerie de Lilas,
Up and down and back and forth.
Each night a Japanese girl would take a bath at 4 a.m.
In the room above ours, each night someone beat his wife
In a room above the garage outside our window.
It rained all day for ten days.
Sleeplessness, hallucination, O City of Light . . .

Y ese tiro que-no-se-volverá-a-repetir: ingenuo sentido de logro en el adolescente.

Un verano, a los 16, vi –como si ocurriera cada noche–, a mi compañero de cuarto,
Joven universitario, recoger su cubrecama y linterna,
E irse de rendezvous con el cocinero del campo,
nunca regresó antes del amanecer.
Luego de 40 años lo vi de nuevo por primera vez
Desde ese entonces, en una tienda de comestibles, haciendo fila,
Un clérigo de Lexington, entelerido, chiquito. Y lo que es peor, barbado.
Y todos estos años lo recordaba, cuando lo hacía, enorme,
Gigantesco,
No con ojos de conejo, no tropezando con la bolsa de la compra a medio llenar,
labios resecos, deshaciéndose en excusas.

En 1990 arrasamos París — agarramos la onda luego de 25 años–
Boulevard Montparnasse, La Coupole, el Select, ya sabes, el Duomo, la Closerie de Lilas,
De arriba abajo, de aquí para allá.
Día tras día a las 4 de la madrugada una joven japonesa tomaba su ducha
En una habitación arriba de la nuestra, cada noche alguien golpeaba a su mujer
En el cuarto arriba del garaje frente a nuestra ventana.
Durante diez días la lluvia cayó sin cesar.
Alucinaciones, insomnio, oh, Ciudad Luz…
What sane, impossible reason could Percy Heath have made up
To talk to me, drunk, white and awe-struck,
–And tone-deaf to boot–
that night at the Carmel Mission?
But talk he did, uncondescending, feigning interest,
As Milt Jackson walked by and John Lewis walked by,
Gerry Mulligan
Slouched in one corner, Paul Desmond cool in an opposite one.
October, 1958, Monterey Jazz Festival,
First advisors starting to leave the Army Language School for
South Vietnam, The Pacific’s dark eyelid
beginning to stir, ready to rise and roll back . . .

During World War II, we lived in Oak Ridge, Tennessee,
Badges and gates, checkpoints, government housing, government rules.
One house we lived in was next door to a two-star admiral.
I learned a couple of things in the three-plus years we lived in Oak Ridge,
One from my first (and only) paper route, the second
After my first (and only) breaking-and-entering.
One thing I learned, however, I didn’t know what to do with:
Death is into the water, life is the coming out.
I still don’t, though nothing else matters but that, it seems, nothing even comes close.

¿Qué sensata, inútil razón llevó a Percy Heath
A llamarme, ebrio, paliducho, pasmado,
–medio atolondrado–
esa noche en la Misión de Carmel?
Pero sí que llamó, fingiendo interés,
Mientras pasaban por ahí Milt Jackson y John Lewis,
también Gerry Mulligan
Cabizbajo en un rincón, Paul Desmond como si nada en la esquina opuesta.
Octubre de 1958, Festival de Jazz en Monterey,
Los primeros informantes abandonan la Escuela de Lenguas del Ejército
rumbo a Vietnam del Sur.
El párpado oscuro del Pacífico
empieza a agitarse, presto a elevarse y descender…

Durante la Segunda Guerra Mundial vivimos en Oak Ridge, Tennessee,
Insignias y puertas, puntos de inspección, vivienda del gobierno, reglamentos del gobierno.
Una casa donde vivimos estaba al lado de la del almirante de dos estrellas.
Dos cosas aprendí en los poco más de tres años que vivimos en Oak Ridge,
Una de mi primera (y única) vez como repartidor de periódicos, la segunda
Luego de mi primer (y único) atraco y desmán.
Algo, sin embargo, aprendí: no sabía qué hacer con:
La muerte es adentrarse en el agua, la vida, salir.
Y aún no lo sé, aunque nada importa sino eso, tal parece, nada tan siquiera se le asemeja.
Elm Grove, Pine Valley and Cedar Hill, what detritus one remembers—
The one-armed soldier we spied on making out in the sedge grass
With his red-hared girl friend behind the Elm Grove playground,
For instance, in 1944 . . . I was nine, the fourth grade . . .
I remember telling Brooklyn, my best friend, my dick was stiff all night.
Nine years old! My dick! All night!
We talked about it for days,
Oak Ridge abstracted and elsewhere,
–D-Day and Normandy come and gone—
All eyes on the new world’s sun king,
its rising up and its going down.

It’s Wednesday afternoon, and Carter and I are on the road
For the Sullivan County National Bank Loan Department,
1957, Gate City and Southwest Virginia.
We’re after deadbeats, delinquent note payers, in Carter’s words.
Cemetery plots—ten dollars a month until you die or pay up.
In four months I’ll enter the Army, right now I’m Dr. Death,
Riding shotgun for Carter, bringing more misery to the miserable.
Up-hollow and down-creek, shack after unelectrified shack—
The worst job in the world, and we’re the two worst people in it.

It’s Wednesday afternoon, and Carter and I are on the road
For the Sullivan County National Bank Loan Department,
1957, Gate City and Southwest Virginia.
We’re after deadbeats, delinquent note payers, in Carter’s words.
Cemetery plots—ten dollars a month until you die or pay up.
In four months I’ll enter the Army, right now I’m Dr. Death,
Riding shotgun for Carter, bringing more misery to the miserable.
Up-hollow and down-creek, shack after unelectrified shack—
The worst job in the world, and we’re the two worst people in it.

Overcast afternoon, then weak sun, then overcast again.
A little wind
whiffles across the back yard like a squall line
In miniature, thumping the clover heads, startling the grass.
Elm Grove, Pine Valley y Cedar Hill,
la ruina recordada:
El soldado manco al que espiamos mientras se besuqueaba entre las juncias
Con la chica pelirroja detrás del parque Elm Grove,
1944, por ejemplo… yo de nueve años cursando el cuarto grado…
Recuerdo haberle dicho a mi mejor amigo, Brooklyn,
que mi polla había permanecido erecta toda la
noche.
¡Nueve años! ¡Mi polla! ¡Toda la noche!
De eso hablamos durante días,
Oak Ridge abstraído y en otra parte,
–El Día D y Normandía llegaron y se fueron–,
Todos los ojos puestos en el reino del nuevo rey sol,
su ascenso, su caída.

Miércoles por la tarde, Carter y yo camino al
Departamento de créditos del Sullivan County National Bank,
1957, Gate City y Southwest Virginia.
Vamos tras los deudores morosos, delincuentes que no pagan, en palabras de Carter.
Lotes de cementerios –diez dólares al mes hasta su muerte o total liquidación.
En cuatro meses me estaré enrolando en el ejército, mientras tanto soy el Dr. Muerte.
Conductor de Carter, llevando todavía más miseria a los miserables.
De arriba a abajo, una tras otra las chozas sin electrificar:
El peor trabajo del mundo y nosotros dos, las peores personas en él.

Tarde nublada, luego sol pálido, luego nublado otra vez.
Un breve viento silba en el patio como una borrasca
En miniatura, tumbando los tréboles, asombrando a la hierba.
My parents’ 60th wedding anniversary
Were they still alive, 5th of June, 1994.
It’s hard to imagine, I think, your own children grown older than
you ever were, I can’t.
I sit in one of the knock-off Brown-Jordan deck chairs we brought from California,
Next to the bearded grandson my mother never saw.
Some afternoon, or noon, it will all be over. Not this one.
Junio 5 de 1994,
Sexagésimo aniversario de mis padres, si vivieran aún.
Difícil imaginar que tus hijos llegarán a ser mayores que tú. Yo, me resisto.
Me siento en una de las sillas para jardín Brown-Jordan que compramos en oferta en California,
Junto a ese nieto ya con barba al que mi madre nunca conoció.
Alguna tarde, un mediodía, todo habrá terminado. Todo, menos esto.

III

June is a migraine above the eyes,
Strict auras and yellow blots, green screen and tunnel vision,
Slow ripple of otherworldliness,
Humidity’s painfall drop by drop.
Next door, high whine of the pest exterminator’s blunt machine.
Down the street, tide-slap of hammer-and-nail, hammer-and-nail from a neighbor’s roof.
I’ve had these for forty years, light-prints and shifting screed,
Feckless illuminations.
St. John of the Cross, Julian of Norwich, lead me home.

It’s good to know certain things:
What’s departed, in order to know what’s left to come;
That water’s immeasurable and incomprehensible
And blows in the air
Where all that’s fallen and silent becomes invisible;
That fire’s the light our names are carved in.
That shame is a garment of sorrow;
That time is the Adversary, and stays sleepless and wants for
Junio es una migraña encima de los ojos,
Auras crueles y manchas amarillas, pantallas verdes y una visión como de túnel,
Suaves ondulaciones de otros mundos,
Gota a gota la dolororsa cascada de humedad.
Al lado, el chirriar de la mellada máquina antiplagas.
Calle abajo, el golpeteo de clavo-y-martillo, martillo-y-clavo desde el techo del vecino.
He cargado con esto durante cuarenta años, huellas-luz y diatribas inciertas,
Débiles iluminaciones.
San Juan de la Cruz, Juliana de Noruega, guíenme a casa.

Es bueno conocer ciertas cosas:
Qué se ha ido, para saber qué queda por venir;
Que el agua es inconmensurable e incomprensible
Y corre con el viento
Donde todo lo caído y silencioso se torna invisible;
Que el fuego es la luz por la cual quedan grabados nuestros nombres.
Que la vergüenza es un ropaje del dolor;
Que el tiempo es el Adversario y permanece vigilante y quiere para nothing;
That clouds are unequal and words are.

I sense a certain uncertainty in the pine trees,
Seasonal discontent, quotidian surliness,
Pre-solstice jitters, that threatens to rattle our equilibrium.
My friend has lost his larynx,
My friend who in the old days, with a sentence or two,
Would easily set thing right,
His glasses light-blanks as he quoted a stanza from Stevens or Yeats
Behind his cigarette smoke.
Life’s hard, our mutual third friend says . . . It is. It is.

Sundays define me.
Born on a back-lit Sunday, like today,
But later, in August,
And elsewhere, in Tennessee, Sundays dismantle me.
There is a solitude about Sunday afternoons
In small towns, surrounded by all that’s familiar
And of necessity dear,
That chills us on hot days, like today, unto the grave,
When the sun is a tongued wafer behind the clouds, out of sight,
And wind chords work through the loose-roofed yard sheds,
a celestial music . . .

Que las nubes son desiguales y las palabras no.

Percibo en los pinos una cierta incertidumbre,
Un descontento estacional, desabrimiento cotidiano,
El desasosiego que llega antes del solsticio y amenaza con sacudir nuestro equilibrio.
Mi amigo se ha quedado sin laringe,
Mi amigo que en los viejos tiempos, con una frase o dos,
Acomodaba con facilidad las cosas,
Sus lentes, blancos de luz, dijo parafraseando a Stevens o Yeats
Detrás del humo de su cigarrillo.
La vida es dura, añade nuestro tercer amigo mutuo… Sí, lo es. Lo es.

Los domingos me definen.
Nacido en un domingo iluminado desde el fondo, como
hoy,
Pero más tarde, en agosto,
Y en otro sitio, en Tennessee, los domingos me desarman.
Hay una soledad de los domingos por la tarde
En los pueblos, rodeados por lo familiar
Y necesariamente amado,
Que nos estremece en los días cálidos, como hoy, hasta la tumba,
Cuando el sol es ondulada oblea tras las nubes, imperceptible,
Y acordes de viento atraviesan las tejas sueltas de los cobertizos, música celestial…

There is forgetfulness in me which makes me descend
Into a great ignorance,
And makes me to walk in mud, though what I remember remains.
Some of the things I have forgotten:
Who the Illuminator is, and what he illuminates;
Who will have pity on what needs have pity on it.
What I remember redeems me,
strips me and brings me to rest.
An end to what has began,
A beginning to what is about to be ended.

What are the determining moments of our lives?
How do we know them?
Are they ends of things or beginnings?
Are we more or less of ourselves once they’ve come and gone?
I think this is one of mine tonight,
The Turkish moon and its one star Crisp as a new flag
Over my hometown street with its dark trash cans looming along the curb.
Surely this must be one. And what of me afterwards
When the moon and her sanguine consort
Have slipped the horizon? What will become of me then?

Some names are everywhere—they are above and they are below,
They are concealed and they are revealed.
We call them wise, for the wisdom of death is called the little wisdom.
Hay un olvido en mí que me hace
Caer en una gran ignorancia,
Y me lleva a caminar en el fango, aun si lo que recuerdo permanece.
Algunas de las cosas que olvidé:
Quién es el Iluminador, y qué lo iluminado;
Quién tendrá piedad de quien la necesite.
Lo que recuerdo me redime,
me desnuda y da sosiego,
Un final para lo empezado,
Un principio para lo aún por terminar.

¿Cuáles son los momentos determinantes de nuestras vidas?
¿Cómo reconocerlos?
¿Son el término de las cosas o son el principio?
¿Seguimos siendo más o menos los mismos luego de que han llegado y se han ido?
Siento que uno de esos momentos está hoy aquí,
La luna de Turquía y su única estrella flameante como bandera
Sobre la avenida de mi barrio y sus negros basureros oscureciendo la curva.
De seguro uno está aquí. ¿Pero qué será de mí luego
Que la luna y su consorte sanguínea
Hayan atravesado el horizonte? ¿Qué será de mí entonces?

Algunos nombres están por todas partes, tanto arriba como abajo,
Se les oculta y se les revela.
Los llamamos sabios, pues la sabiduría de la muerte suele ser nombrada pequeña sabiduría.
And my name? And your name? Where will we find them, in what pocket?
Wherever it is, better to keep them there not known—
Words speak for themselves, anonymity speaks for itself.
The Unknown Master of the Pure Poem walks nightly among his roses,
The very garden his son laid out.
Every so often he sits down. Every so often he stands back up . . .

Heavy, heavy, heavy hangs over our heads. June heat.
How many lives does it take to fabricate this one?
Aluminum pie pan bird frightener
dazzles and feints in a desultory breeze
Across the road, vegetable garden mojo, evil eye.
That’s one life I know for sure.
Others, like insects in amber, lie golden and lurking and hidden from us.
Ninety-four in the shade, humidity huge and inseparable,
Noon sun like a laser disk.
The grackle waddles forth in his suit of lights, the crucifixion on his back.

Affection’s the absolute everything rises to,
Devotion’s detail, the sum of all our scatterings,
Bright imprint our lives unshadow on.
Easy enough to say that now, the hush of late spring
Hung like an after-echo
¿Y mi nombre? ¿Y tu nombre?
¿Dónde los encontraremos, en qué bolsillo? Donde quiera se encuentren, mejor dejarlos ahí, desconocidos.
Las palabras hablan por sí mismas, el anonimato también.
El Desconocido Maestro del Poema Puro transcurre nocturno entre sus rosas,
El mismísimo jardín que su hijo plantó.
En ocasiones se sienta, en otras se levanta…

Pesado, pesado, pesado esplende sobre nuestras cabezas. El calor de junio.
¿Cuántas vidas se necesitan para fabricar ésta?
Recipiente de aluminio espanta pájaros deslumbra y engaña en la intermitente brisa
Del camino, jardín de legumbres mojo, mal ojo.
Es una vida que seguramente conozco.
Otras, como insectos en el ámbar, yacen doradas y furtivas y ocultas a nuestros ojos.
Treinta y cuatro grados a la sombra, la enorme humedad se adhiere,
Sol de mediodía como disco láser.
El estornino se contonea en su traje de luces, en su dorso la crucifixión.

El afecto es el absoluto hacia donde todo se alza,
Detalle de la devoción, suma de lo disperso,
Luminosa impronta donde nuestras vidas se develan.
Sencillo resulta decirlo ahora, el silencio de la tardía primavera
Suspendido como un remanso de ecos
Over the neighborhood, devolving and disappearing.
Easy enough, perhaps, but still true,
Honeysuckle and poison ivy jumbling out of the hedge,
Magnolia beak and white tongue, landscape’s off-load, love’s lisp.
Sobre el barrio,respondiendo y desapareciendo.
Así de fácil, quizá, pero aún cierto,
Madreselva y hiedra venenosa entrelazadas fuera del seto,
El centro de la magnolia y las lengüas blancas, huellas de paisaje,
balbuceo de amor.

ENVOI

What we once liked, we no longer like.
What we used to delight in settles like fine ash on our tongues.
What we once embraced embraces us.
Things have destinies, of course,
On-lines and downloads mysterious as the language of clouds.
My life has become like that,
Half uninterpretable, half new geography,
Landscapes stilled and adumbrated, memory unratcheting,
Its voice-over not my own.
Meanwhile, the mole goes on with its subterranean daydreams,
The dogs lie around like rugs,
Birds nitpick their pinfeathers, insects slick down their shells.
No horizon-honing here, no angst in the anthill.
What happens is what happens,
And what happened to happen never existed to start with.
Still, who wants a life like that,
No next and no before, no yesterday, no today,
Tomorrow a moment no one will ever live in?
As for me, I’ll take whatever wanes,
The loosening traffic on the straightaway, the dark and such,

ENVÍO

Lo que un día nos gustó deja pronto de atraernos.
Lo que solía deleitarnos se asienta como fina ceniza en nuestra lengua.
Lo que abrazamos una vez, nos abraza.
Las cosas, es cierto, tienen un destino:
Conexiones y descargas misteriosas como el lenguaje de las nubes.
En esto se ha convertido mi vida,
Mitad indescifrable, mitad nueva geografía,
Paisajes detenidos en penumbra, memoria barrida,
La voz sobrepuesta no es la mía.
Mientras tanto, el topo avanza en sus ensueños subterráneos,
Los perros echados por ahí como tapetes,
Los pájaros espulgan su plumaje, los insectos abandonan su caparazón.
Sin definirse el horizonte, sin sosiego el hormiguero.
Sucede sólo lo que sucede,
Y lo que ocurrió para que sucediera, ni tan siquiera existió.
Y aún así, ¿quién busca una vida tal?
Nada que venga y nada que lo anteceda, sin hoy, sin ayer.
Mañana, ¿un instante que nadie vivirá?
En cuanto a mí, asumo todo aquello que declina,
El tráfico que mengua en la recta, la oscuridad y lo oscuro.

The wandering stars, wherever they come from now, wherever they go.
I’ll take whatever breaks down beneath its own sad weight—
The paintings of Albert Pinkham Ryder, for instance,
Language, the weather, the word of God.
I’ll take as icon and testament
The daytime metaphysics of the natural world,
Sun on tie post, rock on rock.

Las estrellas fugaces, de donde quiera vengan, adonde quiera vayan.
Aceptaré lo que se desploma bajo su propio peso triste:
Los cuadros de Albert Pinkham Ryder, por ejemplo,
El lenguaje, el estado del tiempo, la palabra de Dios.
Tomaré como icono y testamento
La claridad metafísica del mundo natural,
Sol en un poste, piedra sobre piedra.

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diciembre 30, 2018